
Consideramos la innovación y el desarrollo de nuevos negocios de una manera multifacética.
Las instalaciones de producción y los centros de almacenamiento y distribución de Lhoist están situados en el corazón industrial de Europa, Asia-Pacífico, América del Norte y América Latina. Nuestras operaciones, combinadas con nuestra capacidad para combinar de forma óptima los medios de transporte, nos permiten ofrecer una entrega fiable y rápida en todo el mundo.
La cal, la dolomita y los minerales cambian químicamente al entrar en contacto con la humedad, por lo que su entrega es compleja. La naturaleza de nuestros productos exige que se manipulen, almacenen y transporten con cuidado.
Nuestros técnicos y especialistas en logística tienen amplios conocimientos y, por lo tanto, pueden diseñar la solución logística óptima para usted. En cada una de nuestras plantas, empleamos a expertos locales que conocen sus necesidades y las condiciones que rodean a su negocio específico.
Desde nuestras instalaciones, realizamos entregas a clientes en más de 80 países de todo el mundo mediante redes ferroviarias, de carretera, fluviales, marítimas de corta distancia y de alta mar. No importa en qué parte del mundo se encuentren, siempre podemos satisfacer los requisitos logísticos de nuestros clientes.
La calidad es un componente esencial de la política general del grupo. Nuestro objetivo siempre es ofrecer productos y servicios de primera calidad que cumplan los estándares que usted espera. La mayoría de nuestras fábricas cuentan con sistemas de gestión acordes con las normas internacionales y las certificaciones locales necesarias para fabricar nuestros productos.
Consulte el sitio web de su país o póngase en contacto con nuestros expertos, que estarán encantados de responder a cualquier pregunta que tenga sobre nuestras prácticas de control de calidad.
Nuestro departamento de Servicios Técnicos para Clientes (CTS) responde a las necesidades específicas de su empresa ofreciendo un enfoque global basado en soluciones a medida. Desarrollamos reactivos específicos y ponemos en marcha instalaciones optimizadas que aumentan la eficacia de los procesos y que reducen los costes operativos.